Ayudar a los jóvenes a descubrir sus talentos
Hace tres años me hice una pregunta parecida: ¿A qué he venido a este mundo? y seguramente qué quería hacer con mi vida. La respuesta luego de un largo proceso de autoconocimiento a mis 36 años fue clara: ayudar a los jóvenes a descubrir aquello que les apasiona y en lo que son buenos. Había un componente biográfico que me conectaba con ellos, y fue la decepción en el sistema educativo, que yo llamo educación tóxica. Por aquel momento también se cruzó en mi camino Sir Ken Robinson y su famosa charla en TED. Ese fue mi momento epifánico. Saber, sentir, desde el fondo de mi corazón que el propósito de mi vida es ayudar a las personas a descubrir sus talentos. En ese momento mi vida tomó un rumbo diferente. Ahora vivo haciendo lo que más disfruto, ahora las horas se me pasan volando. Retomé la pasión por aprender, me embarqué en un curso sobre emprendimiento social que terminó por sellar en mi nuevo ADN: ser un changemaker.